Caleta Olivia

Mi paso por Caleta Olivia fue un tanto extraño. Pensaba irme al segundo día pero terminé quedándome cuatro. Me agarró una especie de gripe que me aplastó hasta el punto de necesitar repostar en cama casi 24 horas. Luego de eso me quedé un día y medio mas. Me llevo un bonito recuerdo de Caleta y de la gente linda con que me relacioné.

Ni Bien llegué a la ciudad empecé a rastrear la casa del niño pero no fui muy bien recibido en la misma. Algo desalentado coordiné con Maxi (un tipo mas bueno que Lassie) quien me hospedaría en su casa, para encontrarnos a la tarde en su veterinaria. Maxi y Caro (la chica que trabaja allí) me recibieron con muy buena onda. Nunca había estado en la parte interna de una vete así que aproveché para hacer preguntas y observar todo lo que pude. Siempre es lindo aprender cosas nuevas y hay que aprovechar cada oportunidad. Si bien hubo mucho movimiento, el caso que me conmovió fue un perrito que llegó con las tripas afuera fruto de una pelea con otro. Los chicos hicieron todo lo que pudieron pero fue inútil, no resistió la operación. Me golpeó mucho ver eso, supongo que por no estar acostumbrado y esos sucesos me duelen.

A la noche fuimos a cenar con Maxi y Laura, una viajera Colombiana que estaba recorriendo América y cuando llegó a Caleta decidió quedarse por algún tiempo y todavía sigue aquí.

Como vengo diciendo, estoy viviendo cambios en mi ser. Dentro de esos cambios, uno de ellos se basa en liberar ciertas cosas que tenía dentro para poder viajar mas liviano de cargas del pasado, de cosas que ya no necesito. Bueno, esa es mi explicación a un malestar (principio de gripe) en el cual me sentí bastante mal y aplastado por un día. El segundo día lo pasé casi todo en la cama con un poco de fiebre, pero ya me siento bien y aunque me queda alguna resaca de ese malestar me encuentro en condiciones de seguir con mi camino. Esa noche llegó Eze, el compañero de Maxi, un tipo muy interesante y buena onda con quien tuve la posibilidad de compartir muy buenas charlas. Si bien pensaba irme al otro día, me quedé porque el clima estaba complicado para viajar. Una mezcla de frío, viento y llovizna no es muy alentadora...

Como decidí permanecer allí, miramos un par de películas con Maxi y Eze. Pero eso no sería todo, sino que junto con Caro (ella es como el Mc Giver de las computadoras), me ayudaron a trabajar en algo que estoy preparando. Maxi y Caro se fueron a trabajar y yo me quedé con Eze quien me llevaría a recorrer Caleta y luego se daría el gusto de manejar a Iubirí. Se lo veía feliz como payaso con dos narices!!!

Esa noche recibí un llamado que me llenaría de alegría. Era Emanuel Niel, un muchacho que conocí en Bahía Blanca cuando me realizaron la primer entrevista por el viaje. Ema es de San Julian y se movió un montón para ayudarme con contactos allí y de esa manera poder llevar a cabo los proyectos sociales. Muchas gracias por la gran ayuda Ema!!!

El último día Eze me llevó a la lobería y luego de tomar unas fotos, emprendí mi partida hacia Fitz Roy. Un placer haber pasado esos días con ustedes amigos!!!