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miércoles, 26 de marzo de 2014

Rada Tilly

Llegué a Rada Tilly un viernes soleado con la esperanza de llegar a la escuela, mostrar el proyecto, dialogar con la directora y poner manos a la obra... Bueno, fue parecido, casi igual. La diferencia la encontré en que la directora no estaba y las secretarias que me atendieron maravillosamente bien, me facilitaron un correo electrónico para que le escriba presentando el proyecto. Si bien parecía un nuevo escollo para llevar a cabo "Creciendo con Derechos", tenía la idea de recibir una respuesta. Se me empezó a terminar la fuerza (momentaneamente) cuando transcurrieron las horas y no recibí respuesta. Ese hecho me desmoralizó y afectó un poco. Una nueva dificultad se estaba presentando en el camino.
Aún así intenté disfrutar del fin de semana junto a Fabián y su familia, quienes me hospedaron con la mejor de las ondas abriéndome las puertas de su casa. Compartimos buenas charlas y un ritmo muy calmo. Fabián me mostró los miradores y la Punta del Marqués. Si bien pasamos casi todo el tiempo dentro de la casa, aproveché para ponerme al día respondiendo mensajes y hablando con la gente mas cercana. De vez en cuando viene bien bajar un par de cambios. Considero que lo mas importante llegó el último día cuando Margaret sin querer me llevó a aprender algo muy valioso. En su momento no lo comprendí pero luego hasta lo agradecí. La vida presenta oportunidades de crecimiento de muchas maneras, lo importante es aprender de cada una de ellas y que ese aprendizaje sea verdadero. Luego de los abrazos pertinentes, dejé Rada Tilly para encontrarme con Marisa en Comodoro Rivadavia. Si, volvería a Comodoro. Algo estaba pendiente allí y necesitaba descubrir que era "ESO".



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