Comodoro Rivadavia

Llegué a Comodoro Rivadavia desde Trelew el sábado por la tarde luego de un muy aburrido trayecto rutero. Tenía planeado venir escuchando música pero sucedió que se me terminó la batería del MP3 y me vi viajando solo con el sonido del motor. Creo que fue interesante porque me permitió pensar tranquilo, prepararme para lo que estaba llegando aunque hasta ese momento no tenía idea. En el camino me crucé varias martinetas (pude esquivar una que se me cruzó), un zorro colorado, varios ñandúes y una mulita. Buscaba entretenimiento en cualquier lugar ya que fueron unas 7 horas de viaje. Hice tres paradas para cuidar el motor y estirar las piernas, eso me llevó a una mayor duración del tiempo rutero. Una de esas paradas, la hice en la estación de servicio de Uzcundum, un lugar con vibra viajera que tiene en sus tres grandes ventanales calcos de andariegos del mundo. Por supuesto que dejé también el mio. Aquí las pruebas de lo que digo jajaja.

Ni bien llegué cargué combustible porque me gasté todo el gnc y todo el tanque (me preocupa bastante el gran consumo que tuvo, algo no está bien). Luego di un paseo por la costanera y llegué a una estación de servicio para tomar algunas fotografías de las grandes olas que se forman haciendo dibujos en el agua pero mis planes cambiarían cuando inmediatamente estacionó a mi lado Dario, un músico educador que vive en Piedra Buena y venía viajando desde Buenos Aires con su auto recién comprado. "Paro al lado para que se contagie de la buena vibra", enseguida nos saludamos con un abrazo y luego de las presentaciones pertinentes fuimos a pasear por la ciudad y comprar algo para comer. Luego de profundas charlas, poner el calco de VDUMU y un abrazo de hasta dentro de unos días, el seguiría viaje y yo me predispondría a dormir. Estaba muy cansado y feliz de haber llegado "a la ciudad de los vientos".

El domingo me seguiría deparando buenas sorpresas. Si algo me sucede en este viaje es que conozco mucha gente todo el tiempo. Dentro de la gente que conocí el domingo están Jorge y Sandra. Dos seres extraordinarios llenos de buena vibra, luz y con un conocimiento de la vida digno de admiración. Jorge me invitó a tomar mates con tortas fritas en su casa y me terminé quedando, de hecho creo que ese quedar aún no terminó. Voy a volver a esa casa, a compartir con esas almas. "No te vas a ir aún de Comodoro, te vas a quedar mas tiempo" me dijo Sandra mirándome con ojos grandotes y mucha serenidad. Hoy es viernes y me doy cuenta que tenía razón. Pero eso no fue lo más importante, sino lo que se creó en el medio. Las conversaciones, las anécdotas, las miradas me cambiaron la vida de manera rotunda. Creo que todos cambiamos constantemente pero ese fue un sacudón hermoso que me desestructuró cuestiones personales que venían desgastando mi ser, me pude sacar una mochila que pesaba demasiado (en la entrada http://viajerodeunmundoutopico.blogspot.com.ar/2014/03/hoy-17-de-marzo-de-2014-doy-por.html  expliqué lo que puedo compartir sobre esa gran experiencia). De ese día solo puedo agregar que Jorge Rey es un viajero histórico. Hizo Ushuaia-Alaska en bici, se volvió en un motor home. Hizo Ushuaia-Brasil a caballo y también hizo Ushuaia-Paraná (Entre Ríos) caminando. Una bestia!!!

El lunes ya estaba trabajando para los proyectos, fuí a la Municipalidad, Desarrollo Humano (tener llevar una nota que tarda dos días en responderme sobre una dirección sobre un comedor infantil me parece demasiado), Supervisión de escuelas y a la  Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Ya estaba en movimiento. Pude dar una charla sobre violencia y espero haber logrado dejar algo positivo, algo que genere una mejoría en la situación de las mujeres víctimas. Eso se verá con el tiempo. Ojalá también se difunda mas sobre la Comisaría de la Mujer. Hay mucho por hacer y si nos juntamos todos, vamos a lograr buenos objetivos. Sería lindo que intentemos aprender cada día y eso lo pongamos a disposición de las víctimas.

Quiero hablar también de Lucas Cuco, quién me alojó desde el lunes a la noche hasta hoy que me estoy yendo a Rada Tilly. Un muchacho muy buena onda, que no tiene problemas por nada. Me trató muy bien y me hizo sentir como en mi casa. Compartimos buenas charlas, una cena de cumpleaños (ya estoy oficialmente un poquito mas viejo), y hasta me llevó a pasear por la ciudad. Da gusto conocer gente así!!!

 Luego llegó la hora de hacer una nota en el diario y todo cambió. Cuando me puse a vender mis tazas me resultó más fácil, la gente me llamaba por mi nombre y yo no los había visto nunca. Quiero agradecer de sobremanera al gran trato que tuvo la gente de Comodoro para conmigo, se portaron magníficamente bien. Todos los días conocí muuuuucha gente linda, paraban a comprar o a charlar y me llevo muchos recuerdos, sonrisas, abrazos de los buenos, amuletos, regalos y tres libros. Muchas gracias Comodoro Rivadavia!!!
Salud y muchas sonrisas!!!